Las rayas y sus usos

Anteriormente se explicó la utilización de la raya en las conversaciones, ahora toca describir sus otros usos, algunos bastante útiles.

1. Para encerrar aclaraciones.

Para Bill, las manzanas —que había odiado desde siempre— eran la peor fruta.

Nótese que las rayas van pegadas a la aclaración, dejar un espacio sería incorrecto. En este caso también se pueden emplear las comas o los paréntesis. Los paréntesis si es que se quiere hacer un aislamiento mayor en cuanto al texto, las rayas en 'término medio' y las comas los de menor aislamiento.

Como recomendación se podría mencionar que es mejor usar las comas o los paréntesis para este tipo de aclaraciones y dejar las rayas para los diálogos.

2. Para introducir una nueva aclaración en un texto ya encerrado entre paréntesis.

Gustav tamborileó sus dedos en su pierna (un gesto que hacía —inconscientemente— cuando estaba nervioso o aburrido) hasta que sintió los músculos de su brazo quejarse.

3. En la reproducción escrita de un diálogo.

—Tom, ¿qué pasa? —¿A qué te refieres? —Sonríes demasiado, das escalofríos. —Ah, la ironía, no sonrío, me preguntas si estoy bien; sonrío, la misma historia. No se puede ganar contigo, David.

Lo recomendable para evitar confusiones es escribir cada intervención en líneas distintas, además que así se puede extender más en la descripción.

4. Para hacer una lista de elementos.