—Espera, Bill, ¿qué pretendes hacer? ¿Estás loco?Estaba al borde del precipicio, y las lágrimas bajaban por sus mejillas, no escucharía razones en ese estado, así que Tom avanzó de a pocos, tratando de no levantar sospechas, debía cogerlo del brazo o se mataría. Tom se sintió hasta mareado, los segundos pasaban y podía ver cómo Bill se agitaba cada vez más mirando hacia el vacío. No tenía más palabras en la punta de la lengua, solo debía hacerlo, debía salvarlo así fuese riesgoso.—Todo está perdido, Tom... Lo siento.—¡No!
Continuará...
¿Qué pasará? ¿Bill se lanzará o ya se lanzó? ¿Tom logrará sujertarlo de alguna forma? A más de uno debe hacérsele conocido este tipo de escenas, y no, no escribo sobre la referencia a Spring Nicht. :P
Cliffhanger deriva de cliff (precipicio) y hang (colgar o suspender), y se puede traducir como "al borde del precipicio". Se denomina así a la escena final de un capítulo cuya intención es dejar en vilo a la audiencia y pendiente de la siguiente entrega en pos de saber el desenlace. Es otras palabras: la historia es interrumpida de manera abrupta con la acción inacabada y los personajes en una situación inesperada o complicada para así enganchar al lector. Actualmente, en la televisión es bastante usado, solo basta ver series como 24, Lost o True Blood.
La historia de este recurso es amplia. Como dato se podría mencionar que tiene como base un mecanismo psicológico: el efecto Zeigarnik que define la tendencia a recordar tareas inacabadas o interrumpidas con mayor facilidad que las que han sido completadas.
El cliffhanger es un recurso narrativo muy eficaz que bien empleado puede generar expectativa, pero que así mismo provocar el efecto contrario si se abusa de ellos, tornándolo un arma de doble filo. Uno de los argumentos en contra es que puede parecer un truco fácil y hasta tosco para mantener la atención, reduciendo la calidad en la fluidez de la historia, así que cuidado.
En Psicología y cine, nos explican que Aristóteles en su «Poética» ya teorizó sobre esos giros, ya que los dramaturgos griegos sabían que debían crear momentos de tensión para dejar al lector interesado en seguir leyendo. Estos puntos de giro podían ser de tres tipos:
- La anagnórisis, agnosis o revelación, que es cuando el cambio en la acción se produce por una información (o deducción) que hace que todo cambie para nuestro personaje.
- La peripecia o cambio de fortuna, que es cuando se da un hecho (lo ideal es que sea provocado por las acciones del personaje protagonista y no fortuito o causado por otros) que cambia el sentido de la acción y su tono, pasando de positivo a negativo o viceversa.
- El pathos o lance patético, que es cuando lo que ocurre es una muerte, daño, pérdida o sufrimiento.
Por supuesto, estos tres tipos o elementos que componen un giro pueden darse en conjunto, ordenándose de uno u otro modo. Esto, para Aristóteles, era lo más adecuado.
Consejos sobre el uso de los cliffhangers:
- No sobreexplotar el recurso, a riesgo de caer en la monotonía y de ser excesivamente previsibles. ¿Que cada capítulo acabe en un cliffhanger? No, no lo hagas.
- Que la historia no gire en torno a ellos, es decir, que cada capítulo no esté pensado únicamente para llegar a esa escena final de incertidumbre, sin que suceda nada relevante o limitándote a conducir hacia ese clímax. Puede funcionar, sin embargo, al final de la lectura quedará una sensación de vacío e insatisfacción.
- Hacer un breve recuento de la situación. Esto depende de factores diversos, como el tiempo de demora de actualización, lo largo del capítulo, etc.
Para tener en cuenta: ser creativo implica ser capaz de escribir una trama que atrape y no necesariamente tener que usar cliffhangers para mantener la audiencia o la atención hacia el fic.
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