En el grupo de Facebook, para variar un poco de los concursos que se han ido organizando (y gracias a propuesta de Jeadore), se organizó una actividad que consistía en escribir drabbles, cada uno teniendo un título de una letra del abecedario sin restricción de ninguna clase y resultando en la creación de Tokio Hotel de la A a la Z, que pueden leer completo en TokioHotelFicción.
Aquí una pequeña muestra de los drabbles, el cual fue seleccionado por los miembros para ser publicado aquí.
¡Ladrón! por Whisperof
Aprovecharía su obvia sorpresa y esa falta de reacción para terminar de una vez esas ideas locas que, desde hace semanas, le atormentaban la cabeza como un pegajoso chicle en el cabello. Las ocurrencias de robarle un beso a ese mocoso de primaria eran la marca de la goma de mascar y por más que estuviese sucio y adherido a sus cabellos rubios, se lo pasaría por los labios.
—¡Hey tú! —Bill tomaba su mochila con ambas manos mientras corría atravesando todo el patio de secundaria—. ¡Hey!
Tom oyó ese indiscutible tono de voz, aumentando su volumen con el pasar de los segundos. «Otra vez ese niñato...»
—¡No está! —gritó acelerando su paso—. ¡Murió!
—No te moriste. —Llegó plantándose delante y cruzó sus delgados brazos. Los demás estudiantes corrían hacia la puerta de salida; sólo eran dos los uniformados que ignoraban la hora de escapar de la cárcel.
Se miraban retadoramente. —No me veas así.
—Dámelo. ¡Eres un ladrón!
—¡Deja de decirme eso! Manía la tuya de acusar.
—¡¡Ladróóóón!! —chilló a todo pulmón, cerrando sus ojos y empuñando ambas manos.
Tom fue hacia él y tapó su boca con sus dedos. Asustado, buscaba por algún chismoso oyendo y viéndolo todo. —Shhh, no quiero escándalos como hace tres días. Por poco llaman a mi mamá al pensar que te hacía cosas raras.
—Pero, debes dármelo. —Mordió sus labios. Tom lo miró serio, alternando su fijeza en ambos ojos—. Mi abuela tenía razón. "El ladrón no devolverá lo que ha quitado".
—No te robé nada. Ya basta —dijo cansado.
—¡Sí! Lo hiciste, lo sentí salir desde aquí —Tocó su estómago con suavidad—. y al final salió por acá. —Sus dedos tocaron sus labios con timidez. Las mejillas de ambos se tiñeron de un lindo carmesí, uno que calentó sus rostros.
El de rastas cortas ahora lo entendía todo.
Sus inocentes palabras hicieron eco en él. La pobre y debilucha luz de los postes iluminaban su rostro dibujándolo aún más celestial; tonalidades amarillas que bañaban al pequeño Bill de un marmolado aspecto. Ese niño hablaba sin parar y Tom asentía sin escucharlo realmente.
—Además sólo un vil y cruel ladrón de pacotilla haría eso. Yo quiero conservar lo mío por mucho tiempo. Mi abuelita a veces me habla de ello, entonces tengo cuidado... ¿Tom?
—¿Ajam? —Acercó su rostro al otro.
—No, ¿qué haces? —Pero no recibió respuesta.
Tom atrapó sus labios en los suyos, ejerció por la presión y contuvo la respiración durante los escasos cinco segundos que ese beso duró.
—Lo siento —dijo pensativo; todo giraba entorno a ese inocente beso. Y al parecer Bill estaba muy arraigado a los cuentos y costumbres de su abuela—. Ehmm... “¿ladrón que roba a ladrón?” Qué dices. No lograré devolverte lo que ya-sabes, pero tú puedes quitarme uno a mí.
—Yo no soy un cochino y feo ladrón como tú.
—Imagina que lo tomas de regreso; es todo lo que tengo para ofrecerte.
El pequeño de once años meditó la idea y la vio justa al final. Sonrió al ver al rubio algo inquieto.
Tom se dejó tomar del rostro. Esas pequeñas manos sujetaron sus mejillas y viendo como el pequeño se empeñaba en igualar sus estaturas, encorvó la espalda y cerró sus ojos ante el suave contacto del otro.
Se separaron ruborizados y descubiertos por la luz del atardecer. Se suponía que debía sentirse triunfante al recuperar su primer beso, pero… Bill cubrió sus labios con confusión. —Siento que perdí otro.
yo ya leei esta ihtoria pero apenas acaba de salir el pisodio 16 amo esta historia megusta los personages y bill en espesial es tan inosente y espero que esta historia tengas sus tenporadas saludos a aliss felisitaiones es una gran historia la recomiendo a todos adios amo a bill kauliz