Prosa púrpura

Del anglosajón purple prose, literalmente traducido como "prosa púrpura", es una crítica literaria de pasajes, o a veces libros enteros, escritos con una prosa extravagante e innecesaria, tan florida que rompe con el ritmo de la narración.

El término proviene del poeta romano Horacio (Quintus Horatius Flaccus, 65-8 a.C.), quien asemejó la escritura rimbombante con los parches púrpuras que la gente pretenciosa le cosía a su ropa para parecer adinerada (en ese entonces el tinte púrpura era muy difícil de conseguir y por lo mismo caro).

Es verdad que el inglés es concreto mientras que el español es un idioma más rico, descriptivo y lleno de adjetivos, adverbios y sinónimos.  En moderación, es una práctica recomendable: las alegorías, las metáforas dan libertades como narrador y la posibilidad de brindar un lenguaje armonioso y delicioso que acompañe a una buena trama y personajes bien construidos. Sin embargo, cuando un autor rellena su historia con descripciones absurdas y una verborrea que resulta aburrida y redundante, hacen que la pieza literaria sea pretenciosa y hasta aburrida.

Aunque no existe una línea demasiado definida de lo que es prosa púrpura, ya que para lo que un autor o lector puede ser una narración exagerada y redundante, para otros es una descripción vívida que los 'transporta', sí se pueden dar unos cuantos consejos para no caer en esto:

* Evita las palabras demasiado rebuscadas o difíciles: sé sincero contigo mismo y con tu estilo de escritura. Es algo distinto usar un término por su significado preciso y porque tienes un léxico amplio, a otro porque te hace 'sonar' más listo.
* Evita sobrecargar tus descripciones con un uso excesivo de adjetivos
* Evita las metáforas demasiado exuberantes, así como sobre utilización de hipérboles.

Ejemplo de prosa púrpura:

Los rayos del sol tocaron la piel argéntea y lozana de su rostro perfectamente moldeado en forma de corazón, arrancándolo de los brazos indulgentes y magnánimos de Morfeo. Cuando la calidez alcanzó sus labios que eran como botón de rosa, y su mentón imberbe, le fue inasequible seguir adormitado y sus ojos fulgentes tal galaxias zascandilearon su aposento.

Prosa beige:

Lo contrario a la prosa púrpura es lo denominado prosa beige en donde lo pomposo se vuelve seco, una narrativa con palabras sencillas, a veces oraciones cortas, y muy aguda si es que es usada de manera correcta. Igual que con el anterior, siempre y cuando se use con moderación, puede ser muy efectiva.

Ejemplo de prosa beige:

—Pensar que tú fuiste el primero que me partió el corazón.
Quiere replicar pero su lengua se niega a colaborar. En su cabeza se repasa la oración, una y otra vez.  «Lo siento», es lo que no pronuncia.
Lo que jamás dirá.

Repito, el español es un idioma lleno de matices y muy rico, además, cada quien tiene un estilo distintivo al escribir, otros más floridos que unos, pero no hay que pecar de exageración.