El ruiseñor por Belleclipse
El ruiseñor accedió concederle a Bill su voz y éste lo salvó de su
encierro, preparado para cumplir con la otra parte del trato: ocupar el
lugar del ave en su jaula dorada. Con el paso del tiempo le sobrevino la
metamorfosis, de la piel brotaron plumas y de los pies, garras; ah,
pero qué dulce cantaba Bill, el ruiseñor sustituto. ¿Lo ves, mundo? ¿Ves
cómo se alcanza la libertad tras tus barras de oro?
Osea ¿ahí acaba?, o ¿Dónde hay que haer clic?
Me encanto.
atte: Rachel